Flan de plátano, postre fácil

El flan es sin duda uno de los postres que mas gusta y que siempre triunfan, pero lo mejor de todo es que lo podemos elaborar casi con cualquier ingrediente, si te fijas en ls sección de postres de este mismo blog, puedes encontrar un montón de flanes diferentes y todos buenísimos y los que aún faltan por hacer.

En esta ocasión te recomiendo un flan de plátano un postre muy sabroso y de textura suave, además estoy segura que les va a gustar a todos, así que te animo a que te pongas manos a la obra que en un momento lo tienes listo para comer.

Solo tienes que tener unas pequeñas cosas en cuenta para que te salga bueno, la primera es que tienes que utilizar plátanos  o bananas dulces, los plátanos machos no sirven  ya que tiene una textura muy fibrosa y dura, ademas de no estar dulces. Otra consideración es que lo tritures bien para que no queden tropezones en el flan.

A continuación puedes ver la vídeo receta paso a paso, recuerda visitar mi canal de youtube y suscribirte para no perderte ninguna de mis recetas tradicionales y super fáciles de preparar.

INGREDIENTES

• 2 plátanos o bananas (425 g aprox.)
• El zumo de medio limón
• 160 g de azúcar
• 500 ml de leche entera
• 5 Huevos medianos
• Caramelo líquido para el molde

(8 personas)

ELABORACIÓN

Pela los plátanos, les quietas la hebras y le corta la punta de abajo.

Córtalos en trozos pequeños y los echas un bol.

Vierte el zumo de limón y la leche entera en el bol.

Añade también el azúcar.

Tritúralo unos minutos hasta que quede todo bien mezclado y triturado.

Casca los huevos y los echas en el bol.

Lo bates hasta que esté bien mezclado.

Echa el caramelo líquido en el molde que vayas a utilizar.

Repártelo bien por la base del molde.

Remueve bien el flan y lo viertes en el molde.

Si tiene un poco de espuma por encima no te preocupes.

Introduce el flan en el horno precalentado a 180º centígrados y al baño María.

Hornéalo durante 60 minutos aproximadamente.

Pasado este tiempo comprueba que esta bien cuajado.

Pincha el centro con un palillo y tiene que salir seco.

Cuando esté lo sacas del horno y deja que se enfríe bien antes de desmoldarlo.

Cuando esté frío despega las paredes del molde.

Pon un plato encima y le das la vuelta, dale unos golpes encima para que se suelte.

Ya lo tienes listo para comer.