Receta fácil de mermelada de naranja

Si te gustan las mermeladas no debes de perderte esta receta que te recomiendo en esta ocasión, se trata de una mermelada de naranja muy fácil de preparar y que seguro que se convierte en una de tus favoritas.

Para la elaboración de esta receta puedes utilizar cualquier variedad de naranja, excepto las naranjas amargas ya que necesiten un poco mas de azúcar. Otro cosa muy buena es la piel de la naranja cortada en trozos pequeños y cocida, ya que le aporta un toque ideal, aunque es opcional yo te aconsejo que la pongas.

Cómo podrás ver la elaboración es muy simple ya que ten solo tienes que poner todos los ingredientes y dejarla que se cocine, mas fácil imposible. Con esta mermelada puedes hacer conserva si haces mucha cantidad o puedes hacer una poca y guardarla en el frigorífico por varias semanas.

Aunque muy simple de preparar te dejo la vídeo receta para que no te pierdas ningún paso, no olvides visitar y suscribirte a mi canal de youtube para no perderte ninguna de mis recetas tradicionales.

INGREDIENTES

• 1500 g de naranjas
• 500 g de azúcar
• 500 ml de agua

ELABORACIÓN

Lava bien una naranja y corta la piel, pero solo la piel no la parte blanca.

Corta la piel en trozos pequeños.

Pon una cazuela a fuego medio-alto y vierte abundante agua.

Cuando el agua empiece a hervir echa la piel troceada.

Deja que hierva durante 15 minutos.

Retira la cazuela y escurre bien la piel troceada.

Ahora ya puedes pelar alas naranjas, sin que quede nada de blanco.

Córtalas en trozos medianos y las pones en un bol.

Vierte también en el bol el caldo que hayan soltado.

Ahora pon la misma cazuela a fuego medio.

Vierte los 500 ml de agua y el azúcar.

Añade las naranjas troceadas y la piel que habías reservado.

Echa también el zumo de limón y lo remueves bien.

Cuando empiece a hervir lo dejas unos 90 minutos a fuego medio.

Recuerda remover de vez en cuando.

Pasados los 90 minutos la mermelada habrá espesado.

Ya la tienes lista, verás que ya no se queda pegada en la cazuela.

Retira la cazuela del fuego y deja que se enfríe.

Ya la puedes servir.